Estudiar en el extranjero es una experiencia inigualable, muy recomendable para quien a lo largo de su licenciatura y/o maestría en cualquier disciplina han mantenido un desempeño académico por encima de la media (aunque habrá que decirlo, no es necesariamente un requisito). Quien desee hacerlo debe reunir ciertas cualidades personales y académicas y estar dispuesto a afrontar ciertas condiciones relacionadas con el alejamiento de su lugar de origen, ésto último a veces pesa a muchos. Ya desde lo lejos, algunos empiezan a desear regresarse, aunque no es lo común, pero sucede.
En nuestros días, gracias al avanzado desarrollo de los medios de comunicación, sobre todo internet, y a pesar de los recortes que sufre la investigación y la academia, las posibilidades para estudiar en universidades extranjeras son amplias y variadas respecto de décadas anteriores. Además y quizá más importante, cada vez existen nuevos programas de becas para estudiar en diversas partes del mundo. Aunque también se debe anotar que algunos han desaparecido o reducido su oferta en los últimos años (por ejemplo las Becas del BID o del Banco Mundial). En México el Conacyt ofrece becas para prácticamente todas las áreas de las ciencias y las humanidades, y creo que no existe ningún país latinoamericano, ni Brasil o Argentina por ejemplo, con la capacidad de financiar a tantos estudiantes tanto mexicanos en el país como en el extranjero, así como estudiantes de otros países, sobre todo latinoamericanos y del caribe, que ingresan a las universidades mexicanas.
Las recomendaciones que aquí se anotan -no son exahustivas- se dirigen a los estudiantes de Ciencia Política, pero se aplican por lo general a casi todas las áreas relacionadas con la disciplina, tales como Filosofía, Sociología, Historia, etc., con excepción de Derecho, disciplina sobre la cual existen menos becas e incluso algunos programas la excluyen explícitamente.
¿Dónde?
El dicho común «el que es perico dónde sea es verde» tiene mucho de verdad. No necesariamente quien estudia en una de las universidades más «prestigiosas» del mundo será un excelente alumno y posteriormente un buen profesionista, y visceversa, buenos alumnos obtienen la oportunidad de estudiar en algunas universidades poco reconocidas y lo aprovechan al máximo. El conocimiento y prestigio no se transferirá al estudiante por ósmosis, requiere por tanto un empeño constante y sobre todo auto-disciplina.
La ciencia política actual es estados-unidos-céntrica y quizá menos euro-céntrica. Pero es una moda, como en su momento lo fue la filosofía Francesa o Alemana. Hay muchas razones por las que se puede afirmar que actualmente en EUA se desarrolla una «buena» ciencia política, pero no necesariamente la mejor. Como sea, las grandes opciones son Estados Unidos o Europa, en ese orden. Habrá que decir que en Europa se sigue desarrollando esa ciencia política más abierta, con mayor confluencia de escuelas y teorías, y sobre todo, menos sectarias. Mientras que en EUA es común encontrar esos departamentos hiperespecializados que terminan siendo una especie de refugio sectarios, eso no quiere decir que todos sean así, pero es una tendencia; en Europa, por el contrario, los departamentos suelen ser más interdisciplinarios: los seguidores del rational choice conviven con los filósofos marxistas, los viejos institucionalistas con los adictos a la metodología cuantitativa, etc. Las opciones son variadas. Cada país tiene sus buenas y malas universidades, así que siempre es bueno echar un ojo a los profesores (la Faculty) que imparten el Doctorado, así como también si hay un constante flujo de profesores visitantes. Ello distingue a los doctorados europeos de los de EUA.
Para muchos estudiantes latinoamericanos, la primera opción es Estados Unidos, y de ello existen muchas referencias en internet, pero se recomienda: Notredame, Columbia, Stanford, Yale, UCSD, University of California Berkeley, Princenton y Harvard.
Recomiendo observar para cualquier caso, relación de Centros y Universidades del Portal IPSA.
Sobre Europa y según las estadísticas del Programa ALBAN, los estudiantes latinoamericanos eligen en éste orden, las universidades de: España, Reino Unido, Francia, Alemania y el resto de los países.
En el Reino Unido las opciones en ciencia política más conocidas son: London School of Economics and Political Science, Oxford University, Cambridge University y University of Essex.
En España: Instituto Universitario Ortega y Gasset, Universidad Pompeu Fabbra, Universidad de Salamanca y Universidad de Barcelona.
En Italia, véase la lista de la SISP, y se recomienda: el programa de Doctorado del SUM-Italia con sede en Florencia con el concurso de otras universidades como Bologna, Pisa, Federico II de Nápoles; en la Universidad de Siena, o en Lucca, un nuevo programa de estudios en la disciplina. Y por supuesto, el programa de Doctorado del Instituto Universitario Europeo en Florencia también.
Bajo riesgo de equivocación, se debe señalar que las ciencias sociales en Francia desde hace años están en crisis y varios intelectuales y académicos franceses lo saben y es una de las discusiones del momento. En el caso de la disciplina, se desarrolla una ciencia política que, a diferencia de los otros países, dialoga poco con el exterior, se autoleen y autopublican. Una práctica que desafortundamente se copió en muchas universidades latinoamericanas. Pero las excelentes excepciones existen, como Sciences PO, o algunos nuevos programas en la Sorbona. Por ello quien desee ir a dicho país, debe analizar con mas detalle el programa y la universidad.
En un reciente libro, «Cartas a los Estudiantes de Ciencia Política» -del cual hablaré en otro post- Enrique Ochoa Reza hace las recomendaciones pertinentes para estudiar en las universidades estadounidenses. Para las europeas es similar, y hay que agregar otras cuestiones que se señalan a continuación.
¿Qué se necesita?
1. Aplicar a varios programas. Hacer una lista de los Doctorados y lugares que uno interesan, y seleccionar tres o cuatro. Y aplicar a todos. Nunca quedarse con la idea de que lo aceptarán al primero. Suele suceder, pero es mejor siempre tener una segunda alternativa. Incluso, muchas veces se decide uno por la segunda o tercera opción, porque una vez aceptado, la información sobre el programa y los beneficios es mayor y se puede seleccionar.
2. Prepararse mentalmente para los trámites burocráticos. Afortunadamente Internet ha facilitado muchas cosas, pero no todo. Hay algunos que cuando se dan cuenta de la tramitología, renuncian a solicitar el ingreso y las becas. Muchos procedimientos serán repetitivos, así que soliciten dos o tres originales de cada documento, es decir, sólo si es posible y necesario para evitar ir y venir de los lugares.
3. Buscar una beca externa al programa de estudios. Muchos programas facilitan el ingreso cuando se cuenta con una Beca. Siempre es posible solicitar, obviamente enviando un CV, una carta de pre-aceptación, al director del Programa. El portal EDUCAMERICAS es una buena opción para estar al tanto de las becas.
4. Ir preparando de preferencia: apostille del titulo de Licenciatura o Grado, así como de los documentos de identidad nacional, y un pasaporte con vigencia amplia, de al menos 4 años.
5. Cartas de recomendación de profesores: no siempre es recomendable pedirle a «vacas sagradas» la carta de recomendación, sino a quien mejor conoce el trabajo del alumno, es decir, al director de tesis y/o del centro de estudios. Regularmente los programas piden al menos dos cartas de recomendación. A veces, es mejor que el mismo alumno la redacte y la dé a revisar al profesor, de ésta forma es más fácil obtenerla.
Recomendaciones para ser un buen estudiante de Doctorado
1. Aprender lenguas extranjeras: dominar uno o dos idiomas y leer bien en al menos dos lenguas también. El mundo del conocimiento se abre cuando uno se da cuenta de que una lengua es un universo cognoscitivo diferente al que siempre estamos acostumbrados.
2. Decirle adiós al terruño. No sólo se decide salir del país, también hay que alejarse de las discusiones localistas. Sobre todo para los estudiantes latinoamericanos es muy recomendable que analicen otros países como casos de estudio y no solo su terruño. Hay varios estudiantes en el extranjero, mexicanos, argentinos, uruguayos etc., que se especializan en su país. Es una opción, y como se ha dicho, la ciencia actual premia la especialización, y estudiar como caso al propio país es una salida, pero también es recomendable salirse del terruño, los beneficios intelectuales son mayores.
3. Interacturar con estudiantes y profesores de otras latitudes. De igual manera, hay muchos estudiantes que saliendo de su país, buscan la comodidad que ofrecen los coterráneos en el extranjero y forman sus pequeños grupos sectario-nacionalistas. Es bueno hasta cierto punto, pero es mucho mejor no quedarse en esos grupos, sino interactuar, convivir y discutir con estudiantes de otros países.
4. Hacer un buen balance entre el estudio y la vida cotidiana. Hay estudiantes que se enclaustran en su habitación estudiando para el Doctorado. Quizá al primer año, que suele ser muy pesado es normal, pero el resto hay que llevarlo con calma. O al contrario, están los que creen que están de vacaciones y no se dan cuenta de que la beca no es un premio para viajar. Uno y otro extremos no son recomendables.
5. Una vez que se han superado ciertos créditos o materias, es recomendable hacer estancias e investigación en otras universidades o centros de estudio. No se queden en la misma universidad todo el periodo que duran los estudios de Doctorado. Hay universidades que incluso exigen hacerlo a los alumnos. Lo sano es que ellos mismos lo hagan por cuenta propia.
6. Participar constantemente en Seminarios de Investigación, Coloquios, Congresos, etc. Presentar los avances de investigación en estos foros son la mejor retroalimentación que existe para un Doctorante en Ciencias Sociales. Las críticas serán muchas veces fuertes, pero es mejor que se hagan a su tiempo, y no terminar con una tesis mal elaborada por no soportar la crítica.
(Se actualizará)