Encuentro con Gianfranco Pasquino


Gianfranco Pasquino es un politólogo muy conocido en América Latina, como el mismo ha señalado, ello se debe, primero, gracias a la difusión del Diccionario de Política, que coordinó con Nicola Mateucci y Norberto Bobbio, proyecto en el que Pasquino fue el editor en jefe; segundo, por sus libros sobre la oposición, la democracia, y sus textos en manuales de ciencia política. Sobre ello escribí una reseña hace algunos años: La utilidad de la ciencia política (en Remap, 2012) en la cual hago un recuento de sus obras traducidas en español. En este 2022 acaba de ser publicada su autobiografía: Tra scienza e politica. Una autobiografía (Milano, UTET). Como el mismo inicia «¿He sido particularmente importante, famoso, poderoso, influyente? No. Pero creo que he tenido una vida interesante.» Creo que los dos primeros adjetivos si son válidos, de los otros dos se pueden tener variadas opiniones. Importante fue y lo sigue siendo, sobre todo porque Pasquino fue Senador por dos ocasiones, entre 1983-1992 y 1994-1996 por partidos de izquierda, y en 2009 fue candidato a alcalde de Bologna. Famoso, por supuesto, además de sus libros académicos, de opinión y análisis, durante gran parte de su vida ha escrito en diarios como La Repubblicca, L’Unità, Il fatto quotidiano, entre otros. Su presencia en la televisión es continua, sus comentarios y opiniones sobre la política Italiana y Europea son muy seguidos. He escrito una reseña académica sobre su autobiografía que espero pronto pueda ser publicada y poder transcribirla en este espacio, todo dependerá de, primero, si es aceptada, y segundo, de los tiempos editoriales.

En la UNAM. Noviembre de 2017

Conocí a Gianfranco Pasquino en 2004 en Buenos Aires (Bs As), mientras estudiaba el primer año del Master en Relaciones Internacionales Europa América Latina en la sede de la Universidad de Bologna en Argentina. En esos años, el programa académico tenía una alta carga horaria y el primer año se centraba en estudiar la política y la economía de Argentina, América Latina y el Mercosur, y el segundo año, en Bologna, la de Italia, Europa y la Unión Europea. En ese 2004 Pasquino impartió el curso de Sistemas Políticos Comparados, la lectura obligatoria era precisamente su libro que llevaba ese título. Recién traducido a español, y con la ventaja de tener el original en italiano, recuerdo haberle comentado que la traducción no era muy buena, los errores se los hice saber a una persona de la misma Universidad en Bs. As. que tenía la responsabilidad editorial. No sé si se lo hicieron saber al traductor, pero creo que no se corrigió. El problema era que la traducción requería conocimientos de ciencia política, y muchas palabras no eran las adecuadas. Pasquino lo señala en su autobiografía no con agrado, evidentemente. Durante la presentación del libro en septiembre de ese año, le pedí que me autografiara uno para mí, y otros dos que regalé a un amigo y a un profesor a mi regreso a México. En el grupo de ese año éramos más o menos 25 estudiantes, una parte eran de Argentina, pero casi la mitad éramos extranjeros, de México, Colombia, Perú, Francia y por supuesto varios compañeros italianos. Cuando terminaba un curso, que tenían por lo regular una duración de tres a cuatro semanas, teníamos la costumbre de ir a cenar con el profesor. Lo hicimos con todos los que veían de Italia, con excepción de Giorgio Fredi, y creo recordar que nunca sucedió con los profesores argentinos. Durante la cena en un restaurante de la Recoleta, el Profesor Pasquino fue muy amable, gran conversador que dejó notar que era un gran seguidor del futbol italiano. Como yo nunca he sido un gran aficionado del fútbol, sino solo un aficionado, me limité a seguir la charla con atención que tenía con algunos de mis compañeros. Haber tomado un curso con un profesor que leí desde la licenciatura y que ya consideraba un «clásico contemporáneo», fue una experiencia realmente enriquecedora. Su curso me abrió los ojos para comprender el funcionamiento de la política, sobre todo la parlamentaria. Noté su preferencia sobre el Semi-presidencialismo, sobre todo por el ballotage tipo francés que sea aplica en distritos uninominales, cosa que confirmé al leer su autobiografía en la que recuerda que como Senador propuso una iniciativa de ley para implementarla en Italia.

Ya en Bologna, Italia, durante el 2005 tuve poco contacto con él, salvo dos o tres veces que lo encontré durante algunas de las conferencias que se desarrollaban en la SAIS de la Johns Hopkins University Bologna Center. Para obtener el título de Master debía titularme con una tesis. Inicialmente tuve como tutor al Profesor Roberto Cartocci, un experto en cultura política que también fue mi profesor en Buenos Aires; ya en Bologna, me introdujo en la obra de Stein Rokkan, regresé a México en diciembre de 2005 y de este trabajo nunca terminé una tesis, pero si publiqué, como artículo, mis apuntes a manera de introducción a la obra de Rokkan.

En el 2007 inicié mis estudios de Doctorado en Florencia, el Director del Programa, Leonardo Morlino se empeñó en crear un programa que tuviera a los mejores politólogos de Italia y en la medida de lo posible, de Europa, y así lo fué. El profesor Gianfranco Pasquino ofreció cursos magistrales, en 2008 sobre los Clásicos de la Ciencia Política, y en 2009 sobre Elecciones y comportamiento político. Inicialmente me propusieron como director de tesis de Doctorado a un profesor ampliamente conocido en Italia por sus trabajos sobre elecciones y sistemas electorales, mi proyecto trataba de analizar el rol de los organismos electorales en la confianza en las elecciones. Cuando lo expuse, mi sorpresa fue que nadie en Italia -luego también lo supe en España y Alemania- tenía conocimiento del poder que tienen los organismos electorales en América Latina, o al menos no le daban la importancia que en la región se les ha dado. Por lo que mi primer director de tesis me trató de convencer de analizar otra cosa, el sistema político europeo, u otros temas. Morlino, que conoce bien la región Latinoamericana, defendió mi proyecto, y palabras más palabras menos señaló que «en América Latina los organismos electorales son grandes organizaciones, con grandes edificios, a los que se les confía el conteo de los votos. Las sociedades latinoamericanas son muy desconfiadas y tienen razones para ello». Por lo que me propuso cambiar de director, y me dijo que buscara a Pasquino, quien sin dudarlo aceptó dirigirme la tesis. Las reuniones de seguimiento fueron breves pero muy productivas, Pasquino me introdujo a la obra de Harry Eckstein, y me dio una visión profunda de la obra de David Easton, de George Tsebelis y por supuesto de Norberto Bobbio. En la primera defensa del proyecto, una especie de Examen de Candidatura, recuerdo que defendió firmemente mi proyecto al igual que Morlino. Un miembro del jurado consideraba que tenía muchos casos, muchas variables, y poco tiempo, Pasquino se dirigió a mi y dijo, «tu proyecto es ambicioso, pero siempre, siempre intenta volar alto». En los siguientes años la comunicación fue menor pero constante.

En la Piazza Maggiore de Bologna, Italia. Octubre 2008

Tuve la oportunidad de ver al Profesor Pasquino dar una clase pública en la Plaza Mayor de Bologna en octubre de 2008. Era impresionante ver cómo, estábamos sus alumnos a su alrededor, pero poco a poco la gente se iba acercando a escucharlo, y sin darnos cuenta al final éramos quizá 100 personas a su alrededor. Tomé varias fotos de ese día, y luego se las hice llegar por correo. Le gustaron tanto, que una de mis fotos es la portada de su libro Politica è publicado en 2012. En noviembre de 2009 Pasquino organizó dos eventos para conmemorar sus 40 años como profesor en la Universidad de Bologna. El primero fue una conferencia con Giovanni Sartori, en la cuál disertaron sobre el estado de la democracia en Italia. Mientras que el segundo fue un encuentro con algunos de sus colegas y sus ex-estudiantes, ahora también colegas, entre ellos, Luciano Bardi, Stefano Bartolini, Carlo Guarnieri, Oreste Massari, Angelo Panebianco, y Leonardo Morlino. Esta sesión fue más personal, pues todos hablaron sobre su formación bajo la guía de Pasquino, o su desarrollo académico como su colega, así como los temas y problemas que en conjunto han analizado.

Para 2010 llevaba un avance significativo de la tesis de doctorado, pero aún no me había titulado del Master que cursé entre 2004 y 2005. No deseaba tener ese pendiente, y habiéndome alejado, no sin pena, del profesor Cartocci, mi primer tutor del Master, decidí trabajar sobre un ensayo sobre la ciencia política en América Latina, y cuyo primer borrador elaboré y presenté durante una estancia en la Universidad de Salamanca en 2009. Le propuse al profesor Pasquino que fuera mi director, también de este trabajo, en tanto que en ese momento era el director del Master en Buenos Aires y teníamos comunicación continua. Así, presenté la tesis de Master en mayo de 2010. Unos años después, ya en la Universidad de Guanajuato, pude «pulirla», corregirla y aumentarla significativamente, y publicarla con el título Buscando una identidad. Breve historia de la ciencia política en América Latina, con un prólogo del Profesor Manuel Alcántara. Cuando en 2009 tenía que hacer otras estancia de investigación, consulté al profesor Pasquino, que como mi tutor, me debía dar las cartas para los trámites. Tenía yo dos opciones, la Universidad de Notredame en Estados Unidos, o el Instituto de Iberoamérica en Berlín, Alemania. Pasquino fue directo, «ve a Estados Unidos Berlín es una ciudad gris». Empero, me firmó las cartas de apoyo para ambos lugares, y la primer respuesta positiva y con un apoyo económico vino de Berlín, por lo que finalmente no seguí su recomendación. Y fueron unos meses inolvidables en Berlín, una ciudad cosmopolita, con muchas universidades y con una calidad de vida impresionante.

En febrero de 2011 defendí la tesis de doctorado, frente a un jurado en el cual no estaba Pasquino, el resultado fue positivo y así se lo hice saber. Regresé a México y tuve la enorme suerte de ser contratado en la Universidad de Guanajuato, entre los proyectos que presenté, fue crear una revista académica. El profesor Fernando Patrón, quien ya llevaba algunos años en la universidad y tenía la misma idea, coincidió conmigo y creamos la Revista Mexicana de Análisis Político y Administración Pública (REMAP). Invitamos a Pasquino y a Morlino a ser parte del Consejo Asesor Internacional, y aceptaron con gusto. En ese mismo año 2011, presenté mi tesis en la convocatoria del prestigioso PREMIO INAP. Obtuve el segundo lugar. Por lo regular solo se premia con la publicación, a manera de libro, al primer lugar, pero también publicaron la mía. El Presidente del INAP me comentaría después de la ceremonia de premiación, que la votación fue dividida, que pude haber obtenido el primer lugar, pero que la tesis que al final resultó ganadora también era (es) muy buena, y que el jurado se decantó por ella porque trataba un tema propio de la administración pública, mientras que la mía se inclinaba por obvias razones a la ciencia política. Antes de que fuera a la imprenta, le pedí al Profesor Pasquino que me hiciera el honor de prologarla, como así lo hizo, y Gestión Electoral Comparada y Confianza en las elecciones en América Latina, fue publicada en noviembre de 2011, apenas 10 meses después de haberla defendido.

La comunicación con el Profesor Pasquino nunca se ha visto interrumpida, algunas veces me ha pedido que haga una correcciones a sus discursos que ha debido dar en español cuando ha recibido premios, como cuando la Universidad de Córdoba en Argentina le otorgó el Doctorado Honoris Causa. En junio de 2012 lo volví a ver, y convivimos, esta vez por primera vez en México, durante el Congreso del Instituto Internacional de Ciencias Administrativas que organizó el INAP en la Ciudad de Mérida, en Yucatán.

En 2013, en Guanajuato. Tania, Pasquino, Azul, Morlino y yo.

Lo invitamos al Primer Congreso Internacional de la AMECIP que se desarrolló en Guanajuato en agosto de 2013. Pasquino tiene gratos recuerdos de ese congreso, sobre todo de los alumnos, quienes tuvieron la oportunidad de platicar con el, «face to face«, y el respondió a todas sus preguntas con mucho agrado, lo cual recuerda en su autobiografía. Invité a Pasquino y a Morlino a cenar y a conocer mi casa en ese entonces, dónde conoció a Bicente, mi gato que me acompañó por más de diez años y que murió de viejo a los 16-17 años durante la pandemia en enero de 2021. Pasquino también nos acompañó en agosto de 2015, durante el Segundo Coloquio Historia y Balance de la Ciencia Política que se desarrolló en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, con un auditorio lleno, Pasquino disertó sobre «Cómo hacer ciencia política».

En Aguascalientes, durante el Segundo Coloquio Historia y Balance de la Ciencia Política. Agosto 2015

La última vez que nos vimos fue en noviembre de 2017, durante un Homenaje póstumo a Giovanni Sartori que organizó la UNAM, y en el cual hubo un momento poco agradable con alguno de los organizadores, pero nada fuera de lo común entre académicos. Ya en la noche pudimos disfrutar de una velada en la casa del embajador de Italia en México con la compañía de quienes participamos en dicho evento, y con la presencia de la hija de Sartori y su segunda esposa, la artista Isabella Gherardi, una mujer muy elegante y amable. Al día siguiente, Pasquino ofreció una Conferencia sobre la Unión Europea en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. Después comimos y charlamos con dos colegas del Instituto, los profesores Fernando Castaños y Ricardo Tirado, en uno de los restaurantes de lujo que hay en Ciudad Universitaria. La última charla que hemos tenido, es la que nos ofreció al Profesor Juan Mario Solís de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y a mí, para el Proyecto «Protagonistas de la Ciencia Política«.

Al leer su autobiografía, me encontré con que el Profesor Pasquino me recuerda con agrado, pues me cita dos veces (más que otras personas realmente importantes). ¿En qué momento se le debe agradecer a una persona que te ha formado y orientado? Creo que no se debe esperar, y es por ello que me permití raccontare un poco de mi vida académica en la cual el Profesor Pasquino ha sido una persona fundamental.

En la casa del embajador de Italia en México. Mónica Montaño, Isabella Gherardi, Gianfranco Pasquino, y yo. Noviembre 2017.

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